domingo, 1 de abril de 2012

Dios de mi mismo, víctima de lo humano

Con el pasar de los días mis palabras pierden su sentido, las flores secas manchan todo lo que un día escribí que poco a poco, con el olvido, se queda sin vida, sin ti, sin tu sombra y dulcemente, como el rostro de un cadáver, mi cara se desdibuja en la angustia...

No escribiré más, porque no ya habrá manos que quieran consolarme

No viviré más, porque ya ni mi cuerpo puede sujetarme

Hundido estoy, más humano que nunca

Ahogado en las arenas movedizas que mi naturaleza débil ha creado

Como víctima pequeña y oscura

Hoy seré el humilde banquete

De un ecosistema cargado de depredadores voraces

No hay comentarios: