Con el pasar de los días mis palabras pierden su sentido, las flores secas manchan todo lo que un día escribí que poco a poco, con el olvido, se queda sin vida, sin ti, sin tu sombra y dulcemente, como el rostro de un cadáver, mi cara se desdibuja en la angustia...
No escribiré más, porque no ya habrá manos que quieran consolarme
No viviré más, porque ya ni mi cuerpo puede sujetarme
Hundido estoy, más humano que nunca
Ahogado en las arenas movedizas que mi naturaleza débil ha creado
Como víctima pequeña y oscura
Hoy seré el humilde banquete
De un ecosistema cargado de depredadores voraces
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