Os advierto que estoy resacoso y que me planteo qué guías va a seguir este blog, porque siempre que escribo siento que estoy haciendo un pastel dulce y salado, empachoso, asqueroso y armónicamente desordenado de sentimientos puntuales que al plasmarlos en la nube, sin embargo, permanecen, se enfrían y se solidifican para convertirse en diminutas gotitas de agua que se juntan y se dejan caer...viajando y recorriendo miles de lugares, viendo y viviendo dios sabe el qué, hasta que el sol que las calienta las vuelve a hacer subir transformando de nuevo su estado. Todo esto implica un ciclo continuo en los que pasan de un estado a otro cambiando la forma pero no la sustancia.
Así, este blog tiene que cambiar de forma, de estado... tiene que cambiar de rumbo, ya no quiero que sea esa especie de diario que empecé para desahogarme... No quiero hablar de mí como en los diarios, quiero pasar a la ficción, a lo surrealista, a lo que se intuye, a lo creativo, y dejar que ese agujero absorbente hable por mí.
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